Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
DANLI, El Paraíso.- La belleza de la patria está en cada rincón, en su gente con sus costumbres y tradiciones. En la sonrisa alegre de los niños, en la mirada sincera del anciano, en el canto de las aves y el grito del que arrea el ganado para llevarlo a los corrales.
Cada pueblo tiene su propia historia y cada uno de sus hijos construye con sus manos el futuro que habrá de convertirse en la herencia de los que vendrán para llenar los espacios que van quedando en ese ir y venir de gentes para no romper el círculo del que escribió el bien amado y recordado poeta Felipe Elvir Rojas.
La historia se escribe a diario, la escribe la gente con su trabajo. La escribe el canillita que vocea los diarios al amanecer, el locatario del mercado que anuncia el producto del día, la tortillera que madruga para alimentar a ricos y pobres con la bendita tortilla de cada día.
El docente responsable que sale con gozo de su casa a la escuela para impartir enseñanza, el médico que se levanta a la media noche para salvar una vida, el policía o el soldado que vigila día y noche para proteger bienes y vidas.
Es todo ese conjunto de gentes los que hacen la historia y engrandecen a la patria con su trabajo construyendo el futuro de la familia y fortaleciendo la economía del país.
En ese grupo está los fabricantes de rosquillas, gente emprendedora que comenzaron cono medidas de maíz y ahora se han convertido en prósperos comerciantes de un producto apetecido por gentes de diversas nacionalidades.
ORIGENES DE LA ROSQUILLA
Entre la gastronomía hondureña las rosquillas se convierten en uno de los bocadillos más apetecidos, un producto que con el paso de los años dejó de ser una actividad casera de muchas familias que por el placer de comerlas las fabricaban para compartir entre las amistades y unas pocas para vender.
Además de Danlí, las rosquillas, hojaldras y quesadillas también se fabrican en Duyure, San Marcos de Colón y Morolica en Choluteca, aquí se las conoce como de aliño por la calidad de ingredientes utilizados.
En Sabana Grande también fabrican este delicioso producto, se dice que los primeros fabricantes eran originarios de Duyure y que una vez establecidos en el lugar siguieron con la tradición para no perder la identidad y la tradición.
En Morolica se las conoce como rosquilla de aliño por la calidad de ingredientes: El maíz es sometido a un proceso de cocimiento lento sin llegar al punto de nixtamal. Después de lavar la ceniza o cal, se procedía a pilar para eliminar la casulla y posteriormente moler en molino o la tradicional piedra de moler, hoy fuera de uso. Convertido en harina y previo a mezclar con los demás ingredientes (partes iguales) se realizaba el cocimiento de la cuajada (sin salar), posteriormente se molía por aparte, después se hacía la mezcla y nuevamente al molino o piedra, lo que las amas de casa llamaban repasar la harina de maíz junto con la cuajada o el queso. Una vez realizada la mezcla se agregaba mantequilla crema (costal) y huevos para convertir la masa con la suficiente textura para comenzar a elaborar la rosquilla y la hojaldra. Las quesadillas llevan un ingrediente más que consiste en canela molida con cuajada para el relleno lo que le permite un sabor diferente y apetitoso.
Morolica se caracteriza por haber sido el primer exportador de rosquilla al mercado nacional a través de pedidos especiales, sin embargo, hay antecedentes que este producto era llevado a Estados Unidos por los norteamericanos que trabajaban en San Juancito, además de la rosquilla de aliño, elaboraban la comercial, muy diferente a la rosquilla de aliño por su tamaño y calidad de ingredientes. Curiosamente el empaque consistía en cascaras de roble o de un arbusto con espinas en forma de cuernos cuyo tallo es protegido por hormigas.
Entre los muleros que viajaban de San Marcos de Colon, Duyure y Morolica con destino a Tegucigalpa y el Mineral, era común ver los rimeros de rosquillas o collares entre las árganas de cuero del apetecido producto. Estos comerciantes viajaban semanalmente o quincenalmente a Tegucigalpa para vender queso, mantequilla y las roquillas en el mercado San Miguel del barrio El Guanacaste y otra parte era vendida en el mineral de San Juancito, cuyos clientes eran los mineros y ejecutivos de la Rosario Mining Company.
En Sabana Grande, Francisco Morazán, sin precisar la fecha, según referencias una familia con procedencia de Duyure se instaló en El Ocotal donde comenzaron con la tradición, aquí mismo fundaron un comedor que aún se conserva que es muy frecuentado por los viajeros.
Posiblemente los lugareños quisieron continuar con la tradición de esta familia y comenzaron a fabricar este producto a escala comercial pero las normas de calidad bajaron posiblemente por el alto costo de la materia prima. En Comayagua en el sector conocido como Los Mangos fabrican rosquillas de maíz, queso y agua por lo que saben más al totoposte hecho en Santa Rosa de Copan. En Catacamas, Olancho se elabora la rosquilla y hojaldra de aliño pero la comercial ya no tiene la misma calidad de antaño.
En Danlí, inicialmente se consumió la rosquilla, hojaldras y quesadillas de aliño de la misma calidad de las elaboradas en San Marcos de Colón, Duyure y Morolica, ahora quedan muy pocas familias con este oficio pero más para el gasto familiar que para negocio.
Años después surgió la fábrica de rosquillas en la aldea El Tablón pero no bajo las normas de calidad de las tradicionales de aliño, sin embargo en pocos años adquirieron prestigio local y luego a nivel nacional. La elaboración difiere mucho del sistema utilizado por los fabricantes de antaño. La mezcla de ingredientes como el maíz y el queso se realiza al mismo tiempo para moler y posteriormente le agregan huevo o en su defecto margarina.
La competencia no esperó mucho tiempo, el negocio era floreciente y ahora hay nuevos fabricantes que buscan superar las normas de calidad y ser parte del mercado local e internacional por lo que se busca equiparar la calidad del producto para exportación.
La Empresa Tabora, ya es un fuerte competidor no sólo para el mercado local y nacional sino internacional. La calidad de la rosquilla y hojaldra es superior al que se ha venido produciendo por los afiliados a la Asociación de Rosquilleros que están obligados a mejorar para competir so pena de perder lo que hasta hoy han conquistado.
Tabora logró en poco tiempo introducir un producto diferente, con excelente sabor y calidad. Finamente empacado en cuya etiqueta va impreso el registro sanitario, fecha de elaboración y vencimiento y el respectivo código de barras.
¿De donde es originario este producto? Los sureños aseguran que ellos tienen la paternidad igual dicen los olanchanos pero los danlidenses también aseguran que la cuna de la rosquilla, hojaldra y quesadilla está aquí entre las 40 colinas.
LA ROSQUILLA ES OTRO ICONO DANLIDENSE
De lo que estamos seguros es que Danlí se ha convertido en un símbolo y que la rosquilla ya es un icono con sello internacional debido al auge que este producto ha adquirido los últimos años no sólo en el mercado nacional sino en el internacional.
Hoy día es un producto competitivo, el consumidor exige calidad y los fabricantes se han visto obligados a mejorar y presentarlo en un empaque atractivo bajo las normas de higiene exigidas por el Ministerio de Salud.
PRODUCTO PARA EXPORTACIÓN
También cuenta con mercados en San pedro Sula, Puerto Cortes, La Ceiba, Tegucigalpa e Islas de la Bahía y próximamente estará saliendo producto hacia El Salvador de donde ya existen pedidos y sólo está pendiente hacer los trámites aduanales.
Las rosquillas, las hojaldras y las quesadillas que se fabrican en esta ciudad ya tienen él selló y la patente de ser las mejores. Una taza de café caliente o té de zacate de limón es el mejor complemento para degustar este delicioso bocadillo al medio día y media tarde.
Definitivamente que las rosquillas forman parte de las delicias de la gastronomía de nuestra tierra, en miel, solas o acompañadas de un cafecito de palo son un deleite
ResponderEliminarLas rosquillas hondureñas son una delicia, tenes que probarlas y me contaras..
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